Tomar en cuenta, solo las opiniones similares a las nuestras y obviar por completo las ajenas en contra. Descarrila el razonamiento humano del análisis racional al proporcionar un punto de vista prejuiciado.
Este fenómeno es conocido como el sesgo de confirmación, o como la habilidad natural de algunas personas para confirmar los resultados deseados, descartando así cualquier evidencia que vaya contra los mismos.
Se trata así, de un prejuicio humano que, debido a su simpleza cognitiva y alejamiento del escenario real, se convierte en un peligro que limita el análisis y la visión objetiva del contexto para tomar decisiones acertadas.
Uno de los puntos de vista de esta deformación racional apunta a que las personas muestran el sesgo de confirmación, porque miden el valor de errar, pasando por alto la indagación imparcial, racional y científica.
Así mismo, se considera que el sesgo de confirmación representa un ahorro de energía para nuestro cerebro; ya que este corto sendero, que disminuye el esfuerzo mental que representa confrontar y evaluar las creencias propias, con las nuevas idea y opiniones que suelen aparecer en cualquier momento; lo que implica a la vez, un considerable gasto de energía cerebral, es omitido. Así, será más económico seleccionar dos o tres visiones que ratifiquen nuestro parecer y desechar el resto.
Por otra parte, como quiera que innumerables estudios en especial los de la neurociencia; muestran que las emociones descritas por algunos como irracionales, están zambullidas en el cerebro y por tanto afectan el comportamiento. En consecuencia, esta selección inconsciente influye peligrosamente en nuestras ideas opiniones y creencias; que, al estar bajos sus efectos corre doble riego; en primer lugar, congelar el conocimiento y segundo; impedir nuevos aprendizajes. Así mismo, existen otros aspectos o características que acompañan este sesgo.
Características
El Criterio Sesgado: por estar nuestra verdad cimentada sobre hechos que, aunque reales solo representa una de las dos caras de la moneda. Creemos lo que queremos creer.
La búsqueda de información de forma sesgada: solo se almacenan datos que confirman nuestra perspectiva; lo cual compromete enormemente la objetividad analítica porque restar legitimidad a las evidencias.
La tendencia al prejuicio: el cual se manifieste en la perniciosa preconcepción hacia algo o alguien que pertenece al grupo que rechazamos sin fundamento, lo que puede considerarse como discriminación.
Los recuerdos selectivos: se tiende a recordar la información que beneficia o refuerza nuestra actitud parcializada y, a la vez se crea una barrera a lo inconveniente para esta.
Juzgar erróneamente a las personas: al considerar más inteligentes y virtuosas a las que comparten nuestros puntos de vista: Sociales culturales religiosos… sin reflexionar sobre las evidencias. Por lo que, se establece que quienes tienen ideas contrarias son irracionales y desinformados.
Cómo evitar el sesgo de confirmación
En vista de las características mencionadas anteriormente, el sesgo de confirmación nos toca a todos como humanos. Sin embargo, aunque algunos consideran que no se puede evitar por completos; otros creen al menos que es posible y, hasta se debe intentar no caer del todo en el.
De manera tal que se requiere la ayuda del análisis “objetivo”, como herramienta eficaz para contrarrestar este autoengaño que carece de argumentos lógicos.
Intentar ponernos en el zapato del otro, es sin duda otra forma de aspirar a evadir el sesgo de confirmación que no es tan fácil de hacer como de decir. Puesto que, analizar visiones ajenas y contrarias a las propias, y de paso defenderlas como propias, resulta obviamente una tarea ardua pero no imposible de alcanzar.
Así pues, aunque nos pensemos libres de prejuicios o no; incluso si nos consideramos de mente abierta, de seguro en nuestros puntos de vista sobre eventos, objetos o personas, estará presente indiscutiblemente en mayor o menor intensidad el sesgo de Confirmación.
Pero, al reconocerlo y reflexionar sobre sus alcances en la toma de decisiones asertivas, puede ayudar a percibir los hechos desde una perspectiva más cercana a la realidad del contexto.
Ejemplos
Así, al sesgo de confirmación por estar relacionado con opiniones, ideas y creencias personales, permea la actuación tanto simple como compleja de las actividades que se llevan a cabo día tras días. En tal sentido, se crea o no, el sesgo está presente en nuestra vida; tanto en la cotidiana como en la profesional.
Por ejemplo:
-Los fanáticos de los equipos participantes en un partido de futbol, tendrán opinión enfrentada ante una misma jugada y doblemente dispuestos a ver una falta en los jugadores contrarios.
-La imposibilidad de ver los defectos del otro, en las parejas que recién inician un noviazgo, ya que éstos no encajan en la creencia perfeccionista que ha concebido de la persona que ama.
-Algunos padres no aceptan comentarios, ni sugerencias sobre el mal comportamiento de sus hijos ya que los consideran “dechados de virtudes. Es decir: son sus “angelitos”.
-El caso de IBM a principio de los 90, cuando un buen número de sus empleados convencidos de que el sistema operativo OS/2 lograría el estatus de “estándar de la industria”, y con esto el aumento en el valor de las acciones.
Ellos fiándose en su criterio sesgado, ya que obviaron por completo toda información contraria a sus opiniones, incluso la de su competidor Microsoft Windows, decidieron aumentar sus acciones en la compañía.
Y aunque las acciones se cotizaron para 1991 en 35$, empezaron a bajar hasta un mínimo de 10$ y no fue sino hasta 5 años después, que se consiguió alcanzar de nuevo la cotización del 91.
Sin embargo, durante este período de baja, muchos empleados seguían con vehemencia la información que potenciaba su creencia en la recuperación de IBM en el mercado.
A pesar, de que la compañía para mantenerse en el mercado debió realizar despidos masivos, los empleados que quedaron y que poseían acciones, debieron venderla con la consabida disminución de la riqueza que este tipo de venta representa.
-Otro ejemplo claro es el del doctor Hipólito Yrigoyen, presidente de Argentina en dos ocasiones. En su primer mandato se suscitaron las peores masacres de la historia del país suramericano; en las que cientos de obreros fueron masacrados por las fuerzas gubernamentales.
De acuerdo, a sus biógrafos era una persona taciturna, pero enérgica, que no le agradaban los eventos públicos. Si por alguna circunstancia alguien no era de su agrado, esta persona no podía volver a estar ante su presencia, y además como venganza, él le pronunciaba mal el apellido cuando por obligación de protocolo debía mencionarla en público.
Se cuenta que en los últimos meses de su segundo mandato sus consejeros decidieron aislarlo de la información negativa por temor a sus medidas. Solo le presentaba informes de prensa favorables, hasta se llegó a asegurar que se imprimieron diarios con noticias halagadoras, para que el presidente las pudiera ver sin que hirieran su voluble carácter.
Como se aprecia en el ejemplo anterior, el sesgo de confirmación nos acompaña a lo lardo de nuestra vida. Pero reconocerlo y reflexionar sobre sus consecuencias, puede disminuir la tendencia a caer en este fenómeno, que puede inducirnos a la toma de decisiones desastrosas.
De manera que leer este artículo completo seguramente te permitirá de ahora en adelante, identificar este fenómeno y atacarlo a tiempo sin que tenga mayores incidencias en tu vida.
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