Ed y Lorraine Warren, ¿Ocultismo o fraude?

Ed y Lorraine Warren son probablemente los investigadores paranormales más famosos de todo el mundo, aunque ambos ya fallecieron.

Estos personajes han inspirado muchas historias de terror que fueron llevadas al cine.

Ed Warren falleció en el 2006, Lorraine sí pudo vivir, asesorar e incluso aparecer en un breve cameo en la película «El Conjuro 2«.

Cinta que precisamente giraba en torno a uno de los casos que la pareja investigó.

Es que precisamente fue el director James Wan, creador de la saga de películas de «El juego del miedo» (Saw), quien llevó uno de los casos de la pareja al cine en el 2014 con la primera entrega de «El Conjuro».

No sería correcto decir que con el estreno de dichas películas la pareja Warren saltó a la fama.

Desde décadas antes ya eran famosos, pero sin duda con el estreno de estas películas ganaron fama internacional en las nuevas generaciones sobre todo.

¿Es real todo lo que se cuenta?

Vamos entrando al tema principal, mucho se habla acerca de la veracidad de los casos de Ed y Lorraine Warren.

Ciertas inconsistencias, testimonios, rumores y otros detalles indican que lo que muchos han creído por décadas realmente sería una farsa.

No olvidemos un detalle, el caso que probablemente sea el más conocido de Ed y Lorraine Warren es el de «Amityville«.

Curiosamente no es un caso que se haya abordado todavía en las películas de la saga de «El Conjuro».

Ed Warren fue policía antes de pasar a ser demonólogo, además de ser autodidacta en eso.

Mientras que su esposa Lorraine Warren afirmaba tener poderes clarividentes y de médium.

A partir de la década de los 50 investigaron muchos casos de casas habitadas por fantasmas, demonios, casos de poltergeist.

Incluso posesiones demoníacas, al menos así ellos llamaron dichos casos.

Su actividad se extendió hasta la década de los 90 y en todo ese tiempo lograron involucrarse en más de 10 mil casos de eventos sobrenaturales.

Sin embargo, los detractores y escépticos no faltaron y sus casos fueron motivo de estudio e investigación.

Todo esto para saber si decían la verdad o todo era una farsa bien montada.

En el año 1952 fundaron la Sociedad para la Investigación Psíquica de Nueva Inglaterra y fue cuando ganaron mayor credibilidad.

Esto debido a que sumaron a su equipo de investigadores a profesionales de otras ramas como médicos, policías, enfermeras.

También estudiantes para que los asistieran y tuvieron vínculos con personas de altos cargos en la Iglesia Católica.

De hecho, la propia Iglesia Católica los aceptó como demonólogos, sin embargo varios de sus casos más emblemáticos no tienen sustento.

Carecen de pruebas fehacientes de que las casas y familias que habitaban las casas realmente estaban siendo aterrorizadas por demonios y fantasmas.

Los casos vistos en las películas de «El Conjuro» realmente distan mucho de lo que se ve en dichas cintas:

El caso de Enfield

Este caso fue muy famoso en Inglaterra, supuestamente las hijas de Peggy Hodgson estaban siendo atormentadas por entidades demoníacas, incluso hubieron policías que presenciaron movimientos de objetos de forma inexplicable.

En la película muchas cosas son mera ficción, en el cine se suele exagerar las cosas pues se trata de entretenimiento y es una cuestión de marketing.

El punto es que fue un caso muy investigado posteriormente a los hechos, no se encontró nada concluyente por lo que los escépticos de Ed y Lorraine Warren señalaron que todo era obra de una niña que solo buscaba llamar la atención.

El caso de la familia Perron

Lo que se cuenta en la película, la primera de «El Conjuro» se basa en incidentes reales.

Es cierto que en ese lugar existió en el siglo XIX una bruja de nombre Betsabé Sherman y que fue conocida como una de las más poderosas en aquellos años.

Sin embargo, la realidad es que la familia Perron en realidad no experimentó nada más allá de ruidos extraños y algunos momentos difíciles de explicar.

Pero nada violento ni escabroso como se ve en la cinta, no hubieron demonios, fantasmas ni posesiones.

Ed y Lorraine Warren y El caso de Amityville

Es uno de los más famosos de la historia, incluso hoy en día sigue despertando curiosidad lo que pasó en aquella casa en Long Island.

La historia cuenta que George y Kathy Lutz no pudieron permanecer más de 28 días en la casa, tuvieron que huir.

El asesinato de Ronald DeFeo en la casa sí ocurrió, sin embargo, hubieron estudios de lo que pasó y se concluyó que era puro sensacionalismo, los testimonios carecían de fundamentos y finalmente se concluyó que fue un caso falso.

A pesar que hoy en día muchos todavía crean que sí fue real.

De hecho, luego de que los Lutz huyeran despavoridos, llegó otra familia y no reportaron absolutamente nada raro.

En tiempos más recientes, en el 2012 el propietario en ese entonces la puso en venta aclarando que su familia y él vivieron muy felices en la casa, en tono bromista dijo que en el precio de la casa no estaba incluido ningún demonio.

Los detractores de Ed y Lorraine Warren

Para entender y sacar algunas conclusiones acerca de si Ed y Lorraine Warren eran transparentes con sus investigaciones o si eran un fraude, es importante saber algo de sus detractores.

Y es que vario grupos de profesionales no solo se quedaron con la crítica hacia la pareja, los investigaron.

En el año 1996 fue creada la Sociedad de Escépticos de Nueva Inglaterra, el objetivo era desmentir casos falsos, farsas y despertar en la gente un espíritu crítico y que no se dejen llevar por aquella fascinación por lo desconocido.

El primer objetivo de los miembros de dicha asociación fueron evidentemente Ed y Lorraine Warren.

Este grupo de personas estuvieron muy bien preparadas ya que para ese entonces la pareja tenía los recursos para defenderse.

La conclusión de los miembros de la Sociedad de Escépticos de Nueva Inglaterra fue que la pareja estaba muy sobrevalorada.

Los investigaron, tuvieron entrevistas con ellos, realmente no sabían mucho de lo que investigaban, Ed Warren tenía muy pocos conocimientos sobre el terreno paranormal teniendo en cuenta que se decía demonólogo.

Incluso Ed y Lorraine Warren accedió a que miembros de la asociación los acompañaran a una de sus investigaciones.

Lo extraño fue que horas antes de que esto se de, la pareja puso mil excusas para evitar que dichas personas los acompañen.

Investigación al museo de Ed y Lorraine Warren

Lo que sí pudieron hacer los miembros de la asociación fue visitar el famoso museo que está en el sótano de la casa de Ed y Lorraine Warren.

Como sabemos, ahí se guardan celosamente objetos recogidos de sus innumerables investigaciones.

Todos los objetos supuestamente peligrosos por su vínculo con el mundo de lo sobrenatural, demonios y demás engendros del averno.

La que más llama la atención es la muñeca Annabelle, altamente peligrosa por lo que la pareja siempre advirtió.

El investigador escéptico Steve Novella concluyó que solo era una habitación llena de juguetes y objetos inservibles, comparó el lugar como una tienda de juguetes con rebaja para Halloween.

Steve Novella indicó que no pensaba que Ed y Lorraine Warren fueran malas personas o que buscaran aprovecharse de la gente.

Pero sí declaró que lo que la pareja decía investigar, en realidad solo se puede catalogar como «anomalías», cosas que no se pueden explicar, pero eso no las convierte en fantasmas o demonios.

No es posible incluir a la ciencia en dichas investigaciones paranormales.

Aclaró que la pareja parecía agradable y sincera, pero eso no hace que lo que dicen creer sea real, de hecho no contaban con pruebas irrefutables de la existencia de un ente sobrenatural repelido por ellos.

Ronald DeFeo desmintió voces diabólicas

En el caso de Amityville, Ronald DeFeo quien ya había sido sentenciado a varias cadenas perpetuas por asesinar a su familia, quiso sacar provecho de las historias macabras.

Su abogado, William Weber hizo su propia investigación acerca de lo que venía pasando en la casa.

Concluyó que esos supuestos eventos paranormales realmente eran un invento, el autor del libro «Terror en Amityville«, Jay Anson habría inventado la historia junto a los Lutz.

Los fines eran de ganar dinero vendiendo el libro con la excusa de que los hechos eran reales.

DeFeo confirmó esto, no sin antes tratar de aprovechar la situación para defenderse y buscar reducir su pena afirmando que actuó impulsado por voces infernales.

Voces diabólicas que lo obligaban a cometer esos atroces crímenes; viendo que de cualquier forma fue encontrado culpable y se le negó cualquier reducción a su pena, confesó que todo era un invento.

Admitió que el haber escuchado voces no era verdad, dijo que solo buscaba que le bajaran la pena argumentando problemas mentales.

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